INOCUIDAD ALIMENTARIA

    Fue hace 19 años que salió a la luz la Norma ISO 22000:2005, el estándar internacional con el objetivo de establecer requisitos para la Inocuidad Alimentaria en el contexto global. Se generaliza el concepto de inocuidad, entendiéndose como la característica de que los alimentos al ser consumidos, no nos harán daño. Se determina también que esta característica, debe prevalecer y garantizarse a lo largo de la cadena de producción, comercialización y distribución: “De la granja a la mesa”. Los gobiernos de las naciones visualizaron que la carencia de esta característica en los alimentos procesados representa un tema de salud pública:
    “Se estima que cada año enferman en el mundo unos 600 millones de personas —casi 1 de cada 10 habitantes— por ingerir alimentos contaminados y que 420 000 mueren por esta misma causa, con las consecuentes pérdidas por años de vida ajustados en función de discapacidad” (1).
    Se habla entonces de las Enfermedades Transmitidas por Alimentos y de sus causas.
    En consecuencia, la inocuidad de los alimentos se convierte en tema de las agendas de salud de instancias internacionales (OMS, FAO, FDA), de los gobiernos y de los procesadores de alimentos; y se determina a la inocuidad como un requisito legal y comercial. Los gobiernos han establecido las normativas aplicables obligatorias, y los procesadores, agrupados en asociaciones reconocidas internacionalmente (como Global Food Safety Initiative/GFSI, por ejemplo), desarrollaron los estándares voluntarios, de carácter comercial para garantizar la inocuidad de los alimentos “de la granja a la mesa”. Considero que es momento de que, a este binomio de actores, nos sumemos, los consumidores
    Dadas la legislación, por parte de las instancias gubernamentales y la sensibilización y garantías por parte de los procesadores, toca a los consumidores finales, informarnos y asumir nuestra responsabilidad en este derecho a consumir alimentos que cumplan con la definición… “Alimento: producto natural o elaborado susceptible de ser ingerido y digerido, cuyas características lo hacen apto y agradable al consumo, constituido por una mezcla de nutrientes que cumplen determinadas funciones en el organismo” (2).
    Es decir, que sea rico y que no nos haga daño, en el inmediato, mediano y largo plazo. ¡Hagamos la mejor elección!
Contenido resiente en:

Ambiental

13·marzo·2024

    La contaminación plástica se ha vuelto...

Automotriz

16·febrero·2024

    Uno de los sectores más importantes en la economía mexicana...

Manufactura esbelta y six sigma

16·enero·2024

    Un gran tema sin duda, y no por moda...